Normalmente mi rutina comienza unos minutos después de las 6am siendo la primer actividad del día salir a hacer ejercicio.
Solo que el día de hoy estaba mucho más cansado que de costumbre, me dolía un pie, sentía mucho frío y entonces mi mente animalito silvestre se activó y me dio todas las razones lógicas del porque era mejor quedarme acostado, descansar una hora más, para rendir mejor el resto del día.
Efectivamente el cansancio era inusual, así que me puse a trabajar desde la cama y a revisar mis redes sociales. Lo interesante es que mi feed está lleno de personas de alto desempeño, presumiendo sus logros, su fitness y su dureza mental para ejecutar aunque las circunstancias no sean las mejores.
Uno de esos posts llamaba la atención por el tema del fitness y decía que el ejercicio solo era un porcentaje, el descanso otro y la alimentación era el restante.
Entonces me empecé a preguntar por qué me sentía tan cansado esta mañana. Recordé que por el rotundo éxito que significó Decode the Money decidí premiarme con una comida nada saludable, luego comí más azúcar innecesaria y no me tomé uno de mis suplementos.
A pesar de que tuve un día altamente productivo me salté mi rutina de lectura diaria, ocupé varios momentos del día viendo series y películas, también me acosté tarde.
A mí mente le faltaba calibración y a mi cuerpo un buen combustible de ahí provenía mi cansancio.
Me puse a reflexionar ampliamente acerca de que el estar cansado es la excusa perfecta para no ejecutar, para dejar las cosas para después, para consentirnos de más y por ello no alcanzar metas más elevadas.
La mayoría de las personas viven cansadas, el gran problema es que simplemente tratan a esto como un mal necesario y no hacen nada para contrarrestarlo.
Ante mí se abrió la disyuntiva entre seguir ahí acostado o retar al cansancio. Así que me levanté, me puse los tenis y me salí a hacer ejercicio.
A la media hora se me quitó el dolor del pie, estar escuchando un podcast de un empresario que había ganado cargos de elección popular calibré mi mentalidad y terminando del ejercicio desayuné nutritivamente.
Además en mi recorrido encontré una pared con una frase que me recordó la identidad que tengo, la cual un poco de cansancio no iba a transformar.
Consumir lo que le hace bien a nuestro cuerpo, a nuestra mente, a nuestro bolsillo.
No digo que sea fácil, pero hacer lo más fácil es lo que nos deja en la cama viendo series en lugar de construir un futuro brillante.
Es tu decisión, te quedarás presa del cansancio o saldrás a conquistar tu vida.
— J.