La incomodidad también se graba
Hoy quiero contarte cómo empezó la grabación de los ads para mi masterclass Hackeando el Código del Dinero.
Era un día largo. Ahí estaba yo, frente a las cámaras, con mi marketer, productor, camarógrafo y director —sí, todo en uno— dándome indicaciones como si yo fuera actor de método en plena filmación de Hollywood.
“Repitamos la toma.”
“Ahora con otro tono.”
“Modula la voz, haz este gesto.”
Y claro, spoiler: no soy actor.
Cada instrucción me sacaba de mi zona de confort. Parecía sencillo, pero para alguien que no vive de actuar, ejecutar cada pequeña corrección de manera natural es un reto. Y no era solo eso. El lugar que teníamos para grabar no ayudaba: era incómodo, las condiciones no eran las mejores, ambos estábamos cansados, y encima de todo, la presión del tiempo nos apretaba el cuello.
Mi mente, en lugar de apoyar, comenzó a jugar en mi contra: “¿Y si ya dejamos esto así? ¿Qué importa si no queda perfecto? Puedo hacerlo mañana. Ya con lo que salga, está bien.”
Y es justo ahí donde suele estar la diferencia entre los que avanzan y los que se quedan estancados.
El verdadero trabajo comienza cuando no quieres hacerlo
En ese momento entendí algo que, aunque suena simple, es fundamental: como profesional, hay que hacer lo que hay que hacer. No cuando te sientas motivado. No cuando las condiciones sean perfectas. No cuando sea cómodo o fácil. Sino cuando toca.
¿Sabes cuál fue la clave para que esa grabación terminara siendo un éxito? No fue mi talento frente a la cámara (que, seamos honestos, no es mi fuerte). Fue mi disposición a dejar de resistirme.
En lugar de luchar contra la incomodidad, me solté. Me puse flojito y cooperando. Seguí las instrucciones sin drama, sin justificarme, sin pensar demasiado. Simplemente hice lo que tenía que hacer.
Y entonces, el resultado llegó. La grabación fluyó, terminamos con material de calidad, y ahora ese mensaje de transformación financiera llegará a muchas personas que realmente lo necesitan.
¿Y qué tiene que ver esto contigo? Todo.
Porque esta historia no es sobre grabar un anuncio. Es sobre ese momento en el que quieres tirar la toalla. Es sobre esas situaciones en las que sientes que no tienes energía, que no sabes cómo hacerlo, o que simplemente no quieres enfrentarte a la incomodidad.
La diferencia entre alguien que juega en las ligas menores y alguien que juega en las grandes ligas no está en el talento, el conocimiento o la suerte. Está en la capacidad de ejecutar sin drama, sin pretextos y en el momento adecuado.
No necesitas ser experto en todo. No necesitas que te guste cada paso del proceso. A veces, simplemente tienes que hacer lo que se tiene que hacer. Y punto.
Porque el éxito no se construye en los días fáciles. Se forja en los momentos incómodos, cuando lo último que quieres es seguir adelante, pero aún así lo haces.
El verdadero progreso es incómodo
¿Quieres resultados extraordinarios? Prepárate para abrazar la incomodidad.
¿Quieres llevar tu negocio, tus finanzas o tu vida al siguiente nivel? Entonces tendrás que aceptar que no siempre va a ser fácil ni placentero.
Pero cada vez que eliges seguir adelante, cada vez que ejecutas sin drama, sin quejarte, sin esperar condiciones perfectas, te acercas un paso más a convertirte en la persona capaz de lograr lo que realmente quieres.
Así que la próxima vez que pienses “no quiero hacerlo ahora” o “mejor mañana”, recuerda esto: el momento adecuado es ahora.
Y sí, incluso si eso significa repetir la toma una vez más.
— J.
P.D. Sí estás listo para salir de tu zona de confort financiero (que puede ser no tenga nada de confortable) aparta tu lugar ahora en la masterclass, ahí nos vemos.